Técnica de vitivinicultura ecológica
A partir del empleo de levaduras en la eliminación de los microorganismos que afectan la calidad del vino, en lugar de fungicidas y otros compuestos químicos, científicos de la Universidad Nacional de Cuyo aplican el biocontrol en la vinificación de la uva. Para lograr el objetivo, los investigadores realizaron previamente una tarea de identificación y aislamiento de los hongos más problemáticos que existen en la zona de San Rafael, Mendoza.
A partir del empleo de levaduras en la eliminación de los microorganismos que afectan la calidad del vino, en lugar de fungicidas y otros compuestos químicos, científicos de la Universidad Nacional de Cuyo aplican el biocontrol en la vinificación de la uva. Para lograr el objetivo, los investigadores realizaron previamente una tarea de identificación y aislamiento de los hongos más problemáticos que existen en la zona de San Rafael, Mendoza.
El proceso de vinificación, la transformación del mosto en vino, se produce por la acción de un gran número de especies microbianas, entre las que se encuentran levaduras, hongos y bacterias. En estos microorganismos hay asociaciones interactivas de distinta naturaleza, en ciertos casos positivas y en otros, negativas, entre sus miembros. Por lo tanto, el control de esta interactividad tiene consecuencias directas sobre la calidad de los vinos.
Por ese motivo, un equipo de investigadores estudia los microorganismos presentes en el proceso de vinificación de la uva, teniendo en cuenta que cuando ésta se muele, esos organismos se incorporan al mosto. Su objetivo es el biocontrol del producto, una estrategia que mejora la calidad del vino sin afectar el medio ambiente, dado que no se requiere de la utilización de productos químicos industriales. Nos explica este fenómeno Vilma Morata, directora del proyecto.
“Hemos planteado el objetivo de profundizar el conocimiento de la diversidad de microorganismos presentes en el mosto en fermentación, eligiendo, dentro de ellos, los capaces de inhibir el crecimiento de los microorganismos no deseables, como por ejemplo las especies de deterioro, como levaduras (Botrytiscinerea), hongos causantes de defectos (Botrytis, Aspergillus y Rhizopus), y productores de micotoxinas (Aspergillus carbonarius y A. Niger)”, indicó Morata a Argentina Investiga.
Asimismo, explicó que los hongos perjudican la calidad de los vinos al generar micotoxinas y también por alterar su composición química con consecuencias negativas en su carácter olfativo y gustativo. Uno de los recursos que estudiaron para resolver estos problemas es el biocontrol, es decir, la utilización de levaduras para eliminar esos hongos de deterioro. De ese modo, se evita el uso de fungicidas y otros compuestos químicos que contaminan el medio ambiente por ser altamente tóxicos.
Por esa razón, el equipo de investigación analiza las levaduras agentes responsables de la fermentación alcohólica de la uva porque, a su vez, éstas pueden cumplir el papel de eliminador de estos pequeños organismos que alteran la buena calidad de los vinos.
Así, aplican en la zona de Cuyo una metodología que trata de rescatar las levaduras que tienen propiedades inhibitorias de aquellos hongos de deterioro. Para alcanzar dicho objetivo, realizaron una tarea de identificación y aislamiento de los hongos más problemáticos que existen en la zona de San Rafael. Luego, en estos microorganismos que afectan la salud del vino examinaron la producción de las micotoxinas.
En la etapa que sigue aislarán las levaduras del ecosistema y luego, las enfrentarán contra los hongos a fin de observar cuáles son más eficientes en la detención del crecimiento de estos microorganismos dañinos. Por último, efectuarán estos procedimientos en estudio de campo sobre la uva misma y en los establecimientos de las bodegas, es decir, en el propio proceso de vinificación.
A partir del empleo de levaduras en la eliminación de los microorganismos que afectan la calidad del vino, en lugar de fungicidas y otros compuestos químicos, científicos de la Universidad Nacional de Cuyo aplican el biocontrol en la vinificación de la uva. Para lograr el objetivo, los investigadores realizaron previamente una tarea de identificación y aislamiento de los hongos más problemáticos que existen en la zona de San Rafael, Mendoza.
El proceso de vinificación, la transformación del mosto en vino, se produce por la acción de un gran número de especies microbianas, entre las que se encuentran levaduras, hongos y bacterias. En estos microorganismos hay asociaciones interactivas de distinta naturaleza, en ciertos casos positivas y en otros, negativas, entre sus miembros. Por lo tanto, el control de esta interactividad tiene consecuencias directas sobre la calidad de los vinos.
Por ese motivo, un equipo de investigadores estudia los microorganismos presentes en el proceso de vinificación de la uva, teniendo en cuenta que cuando ésta se muele, esos organismos se incorporan al mosto. Su objetivo es el biocontrol del producto, una estrategia que mejora la calidad del vino sin afectar el medio ambiente, dado que no se requiere de la utilización de productos químicos industriales. Nos explica este fenómeno Vilma Morata, directora del proyecto.
“Hemos planteado el objetivo de profundizar el conocimiento de la diversidad de microorganismos presentes en el mosto en fermentación, eligiendo, dentro de ellos, los capaces de inhibir el crecimiento de los microorganismos no deseables, como por ejemplo las especies de deterioro, como levaduras (Botrytiscinerea), hongos causantes de defectos (Botrytis, Aspergillus y Rhizopus), y productores de micotoxinas (Aspergillus carbonarius y A. Niger)”, indicó Morata a Argentina Investiga.
Asimismo, explicó que los hongos perjudican la calidad de los vinos al generar micotoxinas y también por alterar su composición química con consecuencias negativas en su carácter olfativo y gustativo. Uno de los recursos que estudiaron para resolver estos problemas es el biocontrol, es decir, la utilización de levaduras para eliminar esos hongos de deterioro. De ese modo, se evita el uso de fungicidas y otros compuestos químicos que contaminan el medio ambiente por ser altamente tóxicos.
Por esa razón, el equipo de investigación analiza las levaduras agentes responsables de la fermentación alcohólica de la uva porque, a su vez, éstas pueden cumplir el papel de eliminador de estos pequeños organismos que alteran la buena calidad de los vinos.
Así, aplican en la zona de Cuyo una metodología que trata de rescatar las levaduras que tienen propiedades inhibitorias de aquellos hongos de deterioro. Para alcanzar dicho objetivo, realizaron una tarea de identificación y aislamiento de los hongos más problemáticos que existen en la zona de San Rafael. Luego, en estos microorganismos que afectan la salud del vino examinaron la producción de las micotoxinas.
En la etapa que sigue aislarán las levaduras del ecosistema y luego, las enfrentarán contra los hongos a fin de observar cuáles son más eficientes en la detención del crecimiento de estos microorganismos dañinos. Por último, efectuarán estos procedimientos en estudio de campo sobre la uva misma y en los establecimientos de las bodegas, es decir, en el propio proceso de vinificación.