La FAUBA participó en la exposición agrícola más importante de EE.UU.
Eduardo Pagano, vicedecano de la Facultad de Agronomía de la UBA, disertó sobre el marco regulatorio que existe en la Argentina para la biotecnología, en el Farm Progress Show.
Eduardo Pagano, vicedecano de la Facultad de Agronomía de la UBA, disertó sobre el marco regulatorio que existe en la Argentina para la biotecnología, en el Farm Progress Show.
En agosto de 2013, la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) participó en la nueva edición del Farm Progress Show, la exposición agrícola más importante de EE.UU., que se realiza todos los años en el estado de Illinois, en la región maicera por excelencia de ese país.
En esta oportunidad, Eduardo Pagano, vicedecano de la FAUBA, fue invitado por la llinois Soybean Association (Asociación de Soja de Illinois) a brindar una conferencia en el marco del Simposio Internacional de Biotecnología, que se realizó previo a la exposición, con la presencia de 200 asistentes de empresas proveedoras de tecnología, entidades regulatorias y otras instituciones de los ámbitos público y privado de 16 países. La disertación se refirió al marco regulatorio que existe en la Argentina para la biotecnología.
"Se pudieron establecer contactos con representantes de la Universidad de Illinois, de las empresas y de agricultores. Fue una excelente oportunidad para difundir el potencial agrícola de nuestro país, y el aporte realiza la Facultad de Agronomía de la UBA, como una de las principales instituciones generadora de conocimiento para la producción agropecuaria argentina", dijo Pagano, quien además es profesor de Bioquímica y Biotecnología en la FAUBA y miembro de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), que regula las actividades relacionadas con organismos genéticamente modificados (OGM) de uso agropecuario.
Según Pagano, estamos en presencia de la biotecnología desde hace más de 10.000 años, desde que el hombre hace agricultura y ganadería. "Las plantas transgénicas son una consecuencia lógica de la evolución de ese conocimiento", afirmó, antes de referirse a las características del marco regulatorio argentino para la inscripción de nuevas semillas transgénicas, respecto de las normativas que existen en otros países.
Si bien la Argentina es proclive a la aprobación de nuevos materiales biotecnológicos, ocupa una posición intermedia entre EE.UU., donde los plazos para la liberación de OGM son acelerados, y la Unión Europea, donde se utiliza el principio precautorio: Allí, existe una postura negativa hacia los nuevos eventos biotecnológicos, a menos que exista una certeza absoluta sobre su inocuidad. En nuestro país se emplea el concepto de equivalencia sustancial: Se busca que un nuevo producto transgénico sea equivalente a su contraparte tradicional, en composición química e inocuidad, entre otros aspectos.
"A diferencia de EE.UU., en la Argentina se distinguen los OMG respecto de los productos mejorados mediante técnicas tradicionales", dijo Pagano, y explicó que la liberación comercial de un OGM está sujeta al informe favorable de la CONABIA, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y de la Dirección de Mercados Agrícolas, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MinAgri). Finalmente la decisión final recae en el Secretario de Agricultura.
El simposio resultó ser un ámbito donde se pudieron compartir experiencias de diferentes países: "Había muchos representantes de países en vías de desarrollo que en este momento están fijando posiciones respecto de los transgénicos, a los cuales la experiencia argentina les resultaba muy interesante", apuntó.
Además, recordó que hasta 2011, cuando se aprobó el evento MIR 162, de Syngenta, la Argentina aplicaba una política espejo con la Unión Europea, para favorecer la comercialización de nuestros productos en ese mercado. Y señaló que en 2012 se aprobó el Nuevo Marco Regulatorio para la Biotecnología Agropecuaria en La Argentina: "Este cambio llevó a acelerar los plazos para la aprobación de nuevos OMG, trabajando fundamentalmente en hacer más eficientes los mecanismos. Los organizadores se mostraron muy interesados en esta experiencia, y los motivó a realizar la invitación", concluyó.
Eduardo Pagano, vicedecano de la Facultad de Agronomía de la UBA, disertó sobre el marco regulatorio que existe en la Argentina para la biotecnología, en el Farm Progress Show.
En agosto de 2013, la Facultad de Agronomía de la UBA (FAUBA) participó en la nueva edición del Farm Progress Show, la exposición agrícola más importante de EE.UU., que se realiza todos los años en el estado de Illinois, en la región maicera por excelencia de ese país.
En esta oportunidad, Eduardo Pagano, vicedecano de la FAUBA, fue invitado por la llinois Soybean Association (Asociación de Soja de Illinois) a brindar una conferencia en el marco del Simposio Internacional de Biotecnología, que se realizó previo a la exposición, con la presencia de 200 asistentes de empresas proveedoras de tecnología, entidades regulatorias y otras instituciones de los ámbitos público y privado de 16 países. La disertación se refirió al marco regulatorio que existe en la Argentina para la biotecnología.
"Se pudieron establecer contactos con representantes de la Universidad de Illinois, de las empresas y de agricultores. Fue una excelente oportunidad para difundir el potencial agrícola de nuestro país, y el aporte realiza la Facultad de Agronomía de la UBA, como una de las principales instituciones generadora de conocimiento para la producción agropecuaria argentina", dijo Pagano, quien además es profesor de Bioquímica y Biotecnología en la FAUBA y miembro de la Comisión Nacional Asesora de Biotecnología Agropecuaria (CONABIA), que regula las actividades relacionadas con organismos genéticamente modificados (OGM) de uso agropecuario.
Según Pagano, estamos en presencia de la biotecnología desde hace más de 10.000 años, desde que el hombre hace agricultura y ganadería. "Las plantas transgénicas son una consecuencia lógica de la evolución de ese conocimiento", afirmó, antes de referirse a las características del marco regulatorio argentino para la inscripción de nuevas semillas transgénicas, respecto de las normativas que existen en otros países.
Si bien la Argentina es proclive a la aprobación de nuevos materiales biotecnológicos, ocupa una posición intermedia entre EE.UU., donde los plazos para la liberación de OGM son acelerados, y la Unión Europea, donde se utiliza el principio precautorio: Allí, existe una postura negativa hacia los nuevos eventos biotecnológicos, a menos que exista una certeza absoluta sobre su inocuidad. En nuestro país se emplea el concepto de equivalencia sustancial: Se busca que un nuevo producto transgénico sea equivalente a su contraparte tradicional, en composición química e inocuidad, entre otros aspectos.
"A diferencia de EE.UU., en la Argentina se distinguen los OMG respecto de los productos mejorados mediante técnicas tradicionales", dijo Pagano, y explicó que la liberación comercial de un OGM está sujeta al informe favorable de la CONABIA, del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) y de la Dirección de Mercados Agrícolas, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca (MinAgri). Finalmente la decisión final recae en el Secretario de Agricultura.
El simposio resultó ser un ámbito donde se pudieron compartir experiencias de diferentes países: "Había muchos representantes de países en vías de desarrollo que en este momento están fijando posiciones respecto de los transgénicos, a los cuales la experiencia argentina les resultaba muy interesante", apuntó.
Además, recordó que hasta 2011, cuando se aprobó el evento MIR 162, de Syngenta, la Argentina aplicaba una política espejo con la Unión Europea, para favorecer la comercialización de nuestros productos en ese mercado. Y señaló que en 2012 se aprobó el Nuevo Marco Regulatorio para la Biotecnología Agropecuaria en La Argentina: "Este cambio llevó a acelerar los plazos para la aprobación de nuevos OMG, trabajando fundamentalmente en hacer más eficientes los mecanismos. Los organizadores se mostraron muy interesados en esta experiencia, y los motivó a realizar la invitación", concluyó.