La bioeconomía basada en el conocimiento conduce al crecimiento
Según Roberto Salvarezza permite el incremento de la competitividad de los sectores tradicionales y la creación de sectores emergentes.
Según Roberto Salvarezza permite el incremento de la competitividad de los sectores tradicionales y la creación de sectores emergentes.
Como resultado de su conferencia en el Simposio de Bioeconomía Argentina 2013, organizado por el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva de la Nación la semana pasada, el presidente del CONICET destacó el lugar que le toca al organismo en la creación de estos sectores emergentes como el de los productos biotecnológicos y los biocombustibles.
En tal sentido, durante su exposición resaltó que los sectores de la economía tienen un fuerte potencial de innovación ya que involucran una amplia participación de las ciencias, hecho que trae aparejado el desarrollo de tecnologías industriales.
Salvarezza destacó la importancia de la investigación multidisciplinaria orientada y los recursos humanos calificados, cruciales para fomentar esta actividad.
En esa misma línea argumentó que la bioeconomía tiene un carácter transversal. Ofrece una oportunidad única de innovación al involucrar ciencias, permitiendo el desarrollo de tecnologías industriales como: biotecnología, nanotecnología, ingenierías y tecnologías de la información y las comunicaciones.
Al respecto, situado sobre el presente del CONICET, presentó el crecimiento del organismo entre el período 2003 al 2013. En Recursos Humanos se pasó de 3.800 investigadores a 7.480; se creció en el número de nuevos centros e institutos distribuidos en todo el país y especialmente en el presupuesto, que alcanzó para este 2013 la cifra de 2.889 millones de pesos; incrementándose durante el período en 12 veces.
“Esto refleja –dijo Salvarezza- la decisión que ha tenido el gobierno en los últimos años de impulsar la ciencia y la tecnología como base de crecimiento para el país”.
El CONICET tiene el 90 por ciento de sus centros bajo doble dependencia con las universidades nacionales en todo el país, lo cual facilita la formación de doctores en áreas de investigación como Ciencias Agrarias, Ingeniería de Materiales, Ciencias Biológicas y de la Salud, Ciencias Exactas y Naturales, y Ciencias Sociales y Humanas.
Las herramientas de financiación de proyectos en investigación básica y aplicada es otro punto a destacar. En la actualidad se cuenta con 750 Proyectos de Investigación Plurianuales (PIP) en diferentes áreas del conocimiento y un sólido trabajo en Cooperación Internacional con unidades y laboratorios Internacionales.
Para Salvarezza el posicionamiento de la ciencia argentina a nivel mundial es un capítulo a destacar. “El CONICET está ubicado primero en Argentina y segundo en Latinoamérica, luego de la Universidad de San Pablo, en producción científica y calidad. Figura 95 entre 3.230 instituciones que realizan investigación en el mundo y produce el 50 por ciento del total de las publicaciones indexadas del país”, dijo.
Con relación a la transferencia tecnológica, explicó que la investigación que realiza el CONICET incluye soluciones para la industria farmacéutica, salud, alimentos, producción animal y vegetal, materiales, tecnología industrial, energía, y comunicaciones y software; con una producción de 2.000 Servicios Técnicos de Alto Nivel (STAN) y 100 patentes por año propias del Consejo o en conjunto con instituciones públicas o privadas y universidades.
Por último, Salvarezza hizo referencia a la necesidad de contrarrestar la tendencia a la fragmentación de los grupos de investigación y la conexión débil con el sector productivo.
“Es necesario realizar muchas acciones para cambiar este escenario, una de ellas es la reorganización de la producción científica que ya no puede estar dictada por la lógica de las disciplinas científicas, sino por un énfasis en temas de relevancia actual permitiendo la asociación de investigadores con competencias complementarias y propuestas claramente definidas”, señaló el titular del CONICET.
Precisó que esto implica reconocer investigadores capaces de generar ciencia básica de alto nivel, que valoren su conocimiento, que puedan hacer transferencia, terminar el proyecto y volver a hacer investigación básica.
Durante la presentación el presidente compartió el panel con la secretaria de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la cartera de Ciencia, Dra. Ruth Ladenheim, y el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Lorenzo Basso.
Como resultado de su conferencia en el Simposio de Bioeconomía Argentina 2013, organizado por el Ministerio de Ciencia Tecnología e Innovación Productiva de la Nación la semana pasada, el presidente del CONICET destacó el lugar que le toca al organismo en la creación de estos sectores emergentes como el de los productos biotecnológicos y los biocombustibles.
En tal sentido, durante su exposición resaltó que los sectores de la economía tienen un fuerte potencial de innovación ya que involucran una amplia participación de las ciencias, hecho que trae aparejado el desarrollo de tecnologías industriales.
Salvarezza destacó la importancia de la investigación multidisciplinaria orientada y los recursos humanos calificados, cruciales para fomentar esta actividad.
En esa misma línea argumentó que la bioeconomía tiene un carácter transversal. Ofrece una oportunidad única de innovación al involucrar ciencias, permitiendo el desarrollo de tecnologías industriales como: biotecnología, nanotecnología, ingenierías y tecnologías de la información y las comunicaciones.
Al respecto, situado sobre el presente del CONICET, presentó el crecimiento del organismo entre el período 2003 al 2013. En Recursos Humanos se pasó de 3.800 investigadores a 7.480; se creció en el número de nuevos centros e institutos distribuidos en todo el país y especialmente en el presupuesto, que alcanzó para este 2013 la cifra de 2.889 millones de pesos; incrementándose durante el período en 12 veces.
“Esto refleja –dijo Salvarezza- la decisión que ha tenido el gobierno en los últimos años de impulsar la ciencia y la tecnología como base de crecimiento para el país”.
El CONICET tiene el 90 por ciento de sus centros bajo doble dependencia con las universidades nacionales en todo el país, lo cual facilita la formación de doctores en áreas de investigación como Ciencias Agrarias, Ingeniería de Materiales, Ciencias Biológicas y de la Salud, Ciencias Exactas y Naturales, y Ciencias Sociales y Humanas.
Las herramientas de financiación de proyectos en investigación básica y aplicada es otro punto a destacar. En la actualidad se cuenta con 750 Proyectos de Investigación Plurianuales (PIP) en diferentes áreas del conocimiento y un sólido trabajo en Cooperación Internacional con unidades y laboratorios Internacionales.
Para Salvarezza el posicionamiento de la ciencia argentina a nivel mundial es un capítulo a destacar. “El CONICET está ubicado primero en Argentina y segundo en Latinoamérica, luego de la Universidad de San Pablo, en producción científica y calidad. Figura 95 entre 3.230 instituciones que realizan investigación en el mundo y produce el 50 por ciento del total de las publicaciones indexadas del país”, dijo.
Con relación a la transferencia tecnológica, explicó que la investigación que realiza el CONICET incluye soluciones para la industria farmacéutica, salud, alimentos, producción animal y vegetal, materiales, tecnología industrial, energía, y comunicaciones y software; con una producción de 2.000 Servicios Técnicos de Alto Nivel (STAN) y 100 patentes por año propias del Consejo o en conjunto con instituciones públicas o privadas y universidades.
Por último, Salvarezza hizo referencia a la necesidad de contrarrestar la tendencia a la fragmentación de los grupos de investigación y la conexión débil con el sector productivo.
“Es necesario realizar muchas acciones para cambiar este escenario, una de ellas es la reorganización de la producción científica que ya no puede estar dictada por la lógica de las disciplinas científicas, sino por un énfasis en temas de relevancia actual permitiendo la asociación de investigadores con competencias complementarias y propuestas claramente definidas”, señaló el titular del CONICET.
Precisó que esto implica reconocer investigadores capaces de generar ciencia básica de alto nivel, que valoren su conocimiento, que puedan hacer transferencia, terminar el proyecto y volver a hacer investigación básica.
Durante la presentación el presidente compartió el panel con la secretaria de Planeamiento y Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la cartera de Ciencia, Dra. Ruth Ladenheim, y el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, Lorenzo Basso.