Una bacteria patagónica para degradar hidrocarburos contaminantes
Una bacteria patagónica del género Rhodococcus acumula aceites a partir de residuos orgánicos y es capaz de degradar hidrocarburos. Así lo determinó un equipo de investigadores, luego de que se descifrara su material genético. La información obtenida permitirá desarrollar métodos de biorremediación de suelos contaminados, además de la producción de biodiesel a gran escala y otros productos de utilidad biotecnológica.
Una bacteria patagónica del género Rhodococcus acumula aceites a partir de residuos orgánicos y es capaz de degradar hidrocarburos. Así lo determinó un equipo de investigadores, luego de que se descifrara su material genético. La información obtenida permitirá desarrollar métodos de biorremediación de suelos contaminados, además de la producción de biodiesel a gran escala y otros productos de utilidad biotecnológica.
Una investigación en biotecnología permitió descifrar el ADN de una bacteria autóctona que se aisló en la Patagonia y que tiene la capacidad de degradar hidrocarburos contaminantes. La bacteria tiene gran poder de adaptación a la aridez del suelo, al tiempo que es notable su desempeño en la biorremediación de suelos contaminados con hidrocarburos, es decir que su empleo permite restaurar el medio.
“Además de degradar hidrocarburos, la bacteria autóctona ha demostrado muy buena capacidad para acumular grandes cantidades de aceite a partir de algunos residuos orgánicos, como por ejemplo la glicerina, ya que crece muy bien a partir de ella y convierte a este residuo en cantidades significativas de aceites que pueden ser transformados en biocombustibles”, explicó a InfoUniversidades el doctor Héctor Álvarez.
El proyecto genómico de la UNPSJB surge como una iniciativa para obtener información útil del género Rhodococcus y, en particular, de esta bacteria. Toda la información genética del organismo con sus capacidades y limitaciones se encuentra asentada en su material genético (ADN). Descifrarlo permite a los investigadores conocer cuáles son las capacidades que tiene para degradar contaminantes, cómo se puede adaptar al ambiente de la Patagonia, qué mecanismos está usando, cuáles son las rutas metabólicas involucradas en la producción de aceites, de pigmentos y de otros productos de utilidad biotecnológica.
Los resultados contribuyen a comprender los procesos bioquímicos por los que las bacterias producen aceites y a partir de su conocimiento se trabajará en la optimización y desarrollo del proceso de producción de aceites para biodiesel a mayor escala.
Donde se analizó el ADN
Los investigadores extrajeron el material genético del microorganismo que luego enviaron al INDEAR, la primera plataforma genómica de Argentina. El trabajo del INDEAR consistió en aplicar tecnología de avanzada para descifrar toda la secuencia del ADN de este microorganismo, del primero al último nucleótido de su material genético. A partir de esos datos se puede conocer qué tipo de genes la componen, reconstruir su metabolismo y su bioquímica. La información está en una base de datos a disposición de los investigadores del CRIDECIT (Centro Regional de Investigación y Desarrollo Científico Tecnológico).
De qué sirve conocer el ADN
“El ADN tiene toda la información del organismo, es como un manual de instrucciones molecular, el portador de la información para que este microorganismo crezca, se multiplique y sea exitoso en el ambiente en el que vive”, explica el doctor Héctor Álvarez. Cada célula tiene su propio plano para construirse a sí misma y además tiene las herramientas para hacerlo. Ella sola utiliza esa información, la traduce y la pone en funcionamiento.
“Una célula es información en acción”, señala el investigador y agrega: “Lo que nosotros solicitamos al INDEAR es que nos descifre el manual de instrucciones molecular de una bacteria autóctona del género Rhodococcus, con el fin de entender mejor cómo funciona su fisiología y su biología”. Esta información nos permitirá enfocar los estudios experimentales en forma adecuada para desarrollar estrategias de biorremediación de suelos contaminados en la Patagonia y por otro lado, un proceso de producción de biodiesel a partir de residuos orgánicos en el marco de los convenios de I&D establecidos por la UNPSJB, el Conicet, la empresa OIL M&S y el municipio de Comodoro Rivadavia.
Una bacteria patagónica del género Rhodococcus acumula aceites a partir de residuos orgánicos y es capaz de degradar hidrocarburos. Así lo determinó un equipo de investigadores, luego de que se descifrara su material genético. La información obtenida permitirá desarrollar métodos de biorremediación de suelos contaminados, además de la producción de biodiesel a gran escala y otros productos de utilidad biotecnológica.
Una investigación en biotecnología permitió descifrar el ADN de una bacteria autóctona que se aisló en la Patagonia y que tiene la capacidad de degradar hidrocarburos contaminantes. La bacteria tiene gran poder de adaptación a la aridez del suelo, al tiempo que es notable su desempeño en la biorremediación de suelos contaminados con hidrocarburos, es decir que su empleo permite restaurar el medio.
“Además de degradar hidrocarburos, la bacteria autóctona ha demostrado muy buena capacidad para acumular grandes cantidades de aceite a partir de algunos residuos orgánicos, como por ejemplo la glicerina, ya que crece muy bien a partir de ella y convierte a este residuo en cantidades significativas de aceites que pueden ser transformados en biocombustibles”, explicó a InfoUniversidades el doctor Héctor Álvarez.
El proyecto genómico de la UNPSJB surge como una iniciativa para obtener información útil del género Rhodococcus y, en particular, de esta bacteria. Toda la información genética del organismo con sus capacidades y limitaciones se encuentra asentada en su material genético (ADN). Descifrarlo permite a los investigadores conocer cuáles son las capacidades que tiene para degradar contaminantes, cómo se puede adaptar al ambiente de la Patagonia, qué mecanismos está usando, cuáles son las rutas metabólicas involucradas en la producción de aceites, de pigmentos y de otros productos de utilidad biotecnológica.
Los resultados contribuyen a comprender los procesos bioquímicos por los que las bacterias producen aceites y a partir de su conocimiento se trabajará en la optimización y desarrollo del proceso de producción de aceites para biodiesel a mayor escala.
Donde se analizó el ADN
Los investigadores extrajeron el material genético del microorganismo que luego enviaron al INDEAR, la primera plataforma genómica de Argentina. El trabajo del INDEAR consistió en aplicar tecnología de avanzada para descifrar toda la secuencia del ADN de este microorganismo, del primero al último nucleótido de su material genético. A partir de esos datos se puede conocer qué tipo de genes la componen, reconstruir su metabolismo y su bioquímica. La información está en una base de datos a disposición de los investigadores del CRIDECIT (Centro Regional de Investigación y Desarrollo Científico Tecnológico).
De qué sirve conocer el ADN
“El ADN tiene toda la información del organismo, es como un manual de instrucciones molecular, el portador de la información para que este microorganismo crezca, se multiplique y sea exitoso en el ambiente en el que vive”, explica el doctor Héctor Álvarez. Cada célula tiene su propio plano para construirse a sí misma y además tiene las herramientas para hacerlo. Ella sola utiliza esa información, la traduce y la pone en funcionamiento.
“Una célula es información en acción”, señala el investigador y agrega: “Lo que nosotros solicitamos al INDEAR es que nos descifre el manual de instrucciones molecular de una bacteria autóctona del género Rhodococcus, con el fin de entender mejor cómo funciona su fisiología y su biología”. Esta información nos permitirá enfocar los estudios experimentales en forma adecuada para desarrollar estrategias de biorremediación de suelos contaminados en la Patagonia y por otro lado, un proceso de producción de biodiesel a partir de residuos orgánicos en el marco de los convenios de I&D establecidos por la UNPSJB, el Conicet, la empresa OIL M&S y el municipio de Comodoro Rivadavia.