Los avances en biotecnología posicionarán a Argentina como un gran proveedor de alimentos

Clive James, el presidente del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA), brindó una charla sobre cultivos transgénicos GM en la sede de ArgenBio. Qué oportunidades tiene la Argentina de subirse al tren de la biotecnología.

Clive James, el presidente del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA), brindó una charla sobre cultivos transgénicos GM en la sede de ArgenBio. Qué oportunidades tiene la Argentina de subirse al tren de la biotecnología.

El pasado miércoles 14 de julio, se llevó a cabo una reunión de periodistas con Clive James, fundador y presidente del Servicio Internacional para la Adquisición de Aplicaciones Agrobiotecnológicas (ISAAA), en la sede del Consejo Argentino para la Información y el Desarrollo de la Biotecnología (ArgenBio), para conversar sobre las novedades en materia de cultivos transgénicos, luego del informe presentado por el ISAAA en febrero de 2009. De acuerdo al informe anual que presentó el ISAAA, James declaró que en materia de biotecnología, los países en vías de desarrollo corren con ventaja. Argentina, Brasil, China, India y Sudáfrica poseen el 41% de la población mundial y sembraron 57 millones de hectáreas con cultivos Genéticamente Modificados (GM) en 2009. De este modo, la gran competencia para la Argentina en avances biotecnológicos no vendrá ni de Estados Unidos ni de Brasil, sino de Asia y específicamente, de India y China. En este último país, el presidente de ISAAA calcula que se están invirtiendo unos US$1300 millones en investigación biotecnológica, cifra que le permite liderar el ranking de inversiones en esta categoría, seguido por Brasil.
Asimismo, y a pesar de que Argentina es el tercer país en el mundo en lo que hace a ganancias por el uso de biotecnología en sus cultivos, instó a que invierta más en investigación de este tipo, porque de lo contrario, está "en riesgo de perder el tren".

James, quien fuera discípulo de Norman Borlaug, primer patrono fundador del ISAAA y Premio Nobel de la Paz en 1970 por aumentar los rindes por hectárea gracias a sus investigaciones en biotecnología, puso al 2015 como fecha límite para cumplir con los Objetivos de Desarrollo del Milenio fijados por la Organización de Naciones Unidas (ONU), que entre otras cosas proponen reducir el hambre a la mitad.

En alusión a su maestro Borlaug, James mencionó los ingredientes del éxito, reunidos en la cuatrilogía de las 4 "P", a saber:
• Productividad: Completamente orientado a más kilos por hectárea y al trabajo en equipo
• Personas: Inversión en capital humano
• Pobreza: Disminución de la pobreza
• Paz: "No es posible la paz con el estómago vacío"
El especialista, dejó manifiesto que el principal desafío es el de duplicar la producción sustentable de cultivos con menos recursos para 2050, ya que el hambre y la malnutrición por primera vez superan los 1.000 millones de habitantes del planeta. Y como la tecnología convencional, por sí sola, no duplicará la producción para esa fecha, James insistió con recurrir a los cultivos transgénicos GM, los cuales "no son una panacea pero sí fundamentales" para encarar problemas como el crecimiento de la población y el sistema de distribución de alimentos.

Con respecto a los cultivos GM, James informó que son 25 los países que los han adoptado. Y para expresar el auge que los mismos tuvieron, declaró que en 2009, el área mundial con cultivos GM fue de 134 millones de hectáreas, lo que representó un incremento del 7% respecto de 2008, equivalente a 9 millones de hectáreas. Cerca del final de su disertación sobre los cultivos transgénicos GM, James se refirió al éxito de la biotecnología vegetal del que hemos sido testigos en la última década, el cual "ha ayudado a obtener mayor rendimiento y a reducir el uso de plaguicidas y la erosión del suelo en países donde habita más de la mitad de la población mundial". Y concluyó:"Lo que necesitamos es coraje por parte de los líderes de aquellos países donde los productores aún no tienen otra alternativa más que usar métodos obsoletos y menos afectivos. La Revolución Verde y ahora la biotecnología vegetal ayudan a satisfacer la creciente demanda en la producción de alimentos, mientras preservan nuestro medioambiente para las generaciones futuras".