Maíz Bt: Un aliado en la lucha contra el Cambio Climático

La producción de alimentos de manera sostenible es el gran reto de la humanidad y el cambio climático es uno de los grandes desafíos que debe enfrentar la agricultura. Por un lado, tenemos que buscar cultivos más resilientes, que se adapten a situaciones climáticas cambiantes, y a veces extremas, manteniendo los rendimientos y la calidad de lo producido.

Por otro lado, tenemos que buscar producir cada vez más y mejores alimentos en menor superficie. En este escenario, los cultivos transgénicos, entre ellos los que tienen protección frente a ciertos insectos plaga, como los cultivos Bt, son una herramienta muy valiosa para la mitigación de los impactos negativos del cambio climático en la agricultura. En este artículo, exploraremos cómo los cultivos Bt contribuyen a enfrentar este desafío, usando el maíz Bt como ejemplo.


Los cultivos transgénicos resistentes a insectos son aquellos que han sido genéticamente modificados para producir al menos una proteína insecticida derivada de la bacteria Bacillus thuringiensis (Bt). De ahí viene su nombre “cultivos Bt”. El maíz Bt tiene hasta cinco de estas proteínas insecticidas que son letales para ciertos insectos plaga, como el barrenador del tallo y el gusano cogollero, pero son inofensivas para los humanos y otros organismos no objetivo. 


Uno de los beneficios más directos del maíz Bt, es su capacidad para resistir los ataques de insectos plaga sin la necesidad de aplicar grandes cantidades de insecticidas sobre le cultivo. Esto no solo reduce los costos de control de plagas, sino que también reduce significativamente la cantidad de productos químicos liberados al ambiente, contribuyendo a proteger el agroecosistema.

Al estar protegidos frente a las principales plagas, el maíz Bt puede expresar mejor su potencial y resultar en cosechas más abundantes y de mejor calidad. Además, al permitir sembrar maíz en lugares y fechas donde antes era muy difícil lograr buenas cosechas por la gran presión de insectos plaga, la tecnología Bt les da a los productores la posibilidad de diversificar el momento de siembra, reduciendo el riesgo de que una gran superficie de cultivo se vea afectada por condiciones climáticas extremas y adversas. En una palabra, el maíz Bt aporta resiliencia a los sistemas agrícolas frente al cambio climático.

El uso de cultivos transgénicos, entre ellos el maíz Bt, también contribuye a una gestión más sostenible de los recursos naturales. Al lograr mayor productividad y estabilidad de los rendimientos, es decir al aumentar la eficiencia en el uso de la tierra, se puede limitar la expansión de la agricultura hacia áreas forestales y de ecosistemas frágiles. De hecho, sin los cultivos transgénicos, se hubiera requerido un 3,4% más de tierra en el mundo para producir lo mismo. Adicionalmente, al requerir menos aplicaciones de insecticidas, el maíz Bt reduce el consumo de energía y agua en comparación a sistemas que no utilizan estos cultivos transgénicos, reduciendo a la vez las emisiones de gases de efecto invernadero.  

En conclusión, los cultivos transgénicos resistentes a insectos, como el maíz Bt, representan una herramienta valiosa en la lucha contra el cambio climático. Su capacidad para reducir el uso de plaguicidas, aumentar la productividad agrícola y conservar los recursos naturales los convierte en aliados indispensables en la búsqueda de sistemas alimentarios más sostenibles y resilientes. Como toda tecnología, es importante que se la use adecuadamente, siguiendo las recomendaciones de buenas prácticas agrícolas. El desarrollo y la implementación de tecnologías agrícolas innovadoras, como los cultivos transgénicos, deben formar parte de una estrategia integral para enfrentar los desafíos del cambio climático y asegurar la producción de alimentos mundial.

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