La araña teje su tela...¡y la biotecnología también!

Muchas veces vimos a una araña recorriendo su tela para atrapar a la presa que cayó en la trampa. El éxito de este método de captura se basa en una auténtica obra de ingeniería que las arañas vienen perfeccionando desde hace millones de años. Además de la increíble y perfecta arquitectura de una telaraña, llama la atención la calidad de las diferentes fibras que la forman. Estas fibras, de un milésimo de milímetro, son muy elásticas y más resistentes que una fibra de nylon o acero de igual diámetro.

Es por eso que los científicos están investigando cómo usar estas fibras para fabricar, por ejemplo, hilo quirúrgico, micro-conductores y fibras ópticas. Inclusive, como las telas hechas con estas fibras resultan muy livianas, podrían aplicarse a la fabricación de chalecos anti-balas y ropa deportiva. El nuevo material también servirá para hacer correas más resistentes, para uso tanto en vehículos civiles y militares, así como en aviones o en material de alpinismo. Pero es realmente complicado criar millones de arañas para extraerles el material que producen. Por eso los científicos recurrieron a la ingeniería genética: aislaron los genes de araña que llevan la información para fabricar las diferentes proteínas que componen la fibra y los introdujeron en bacterias o en células en cultivo. Otros prefirieron ponerlos en plantas, como un grupo brasileño que obtuvo plantas de algodón que producen es sus capullos fibras de telaraña. Un grupo canadiense optó por los animales y obtuvo una cabra transgénica que produce las fibras en su leche. Los experimentos demuestran que es posible obtener fibras similares a las de telaraña por ingeniería genética. Esperamos que pronto puedan usarse para hacer nuevos y mejores materiales.