Un avión de pasajeros impulsado por biocombustible

El 3 de Diciembre despegó del aeropuerto de Auckland un Boing 747, de la empresa Air New Zealand, impulsado en parte por un biocombustible obtenido de la planta jatrofa. Se empleó una mezcla de partes iguales de biocombustible y de combustible convencional para accionar uno de los motores del avión. El 3 de Diciembre despegó del aeropuerto de Auckland un Boing 747, de la empresa Air New Zealand, impulsado en parte por un biocombustible obtenido de la planta jatrofa. Se empleó una mezcla de partes iguales de biocombustible y de combustible convencional para accionar uno de los motores del avión. Este biocombustible, que ayudaría a reducir las emisiones de dióxido de carbono, fue desarrollado por la compañía UOP, la proveedora más importante de tecnologías para el refinamiento del petróleo. En realidad no es la primera vez que una aeronave funciona con biocombustible, lo que es nuevo es que la fuente de biocombustible sea la jatrofa, una planta no alimenticia y que puede crecer en áreas agrícolas marginales.

El proceso desarrollado por UOP es parte de un esfuerzo mayor que está realizando la empresa para buscar alternativas al petróleo. Contrariamente a lo que ocurre con otros biocombustibles, el combustible de jatrofa desarrollado por UOP puede reemplazar al combustible convencional sin la necesidad de cambios en los motores. En varios sentidos este biocombustible es mejor que los convencionales, ya que tiene un punto de congelamiento más bajo y puede exponerse a temperaturas más altas sin degradarse. Además, contiene más energía, de modo que el avión podría recorrer mayores distancias.