La Unión Europea aprobó el uso de maíz transgénico

La Unión Europea aprobó el uso en alimentación humana y animal en los países del bloque del maíz transgénico GA21, resistente al herbicida glifosato, informó ayer la Secretaría de Agricultura. El vía libre al ingreso del maíz a Europa, cuya presencia motivó la detención de un cargamento argentino el año pasado, fue aprobado por la Comisión Europea tras diversas gestiones realizadas por el país. La Unión Europea aprobó el uso en alimentación humana y animal en los países del bloque del maíz transgénico GA21, resistente al herbicida glifosato, informó ayer la Secretaría de Agricultura. El vía libre al ingreso del maíz a Europa, cuya presencia motivó la detención de un cargamento argentino el año pasado, fue aprobado por la Comisión Europea tras diversas gestiones realizadas por el país. La autorización por 10 años incluye tanto a los granos como a sus derivados, como harina y aceite, pero excluye el cultivo del cereal. Agricultura precisó que "la autorización será publicada en el Boletín Oficial de la Unión Europea la próxima semana" y que "los embarques de maíz argentinos que ingresen no tendrán necesidad de realizar ningún tipo de certificaciones especiales". La Argentina es el primer abastecedor de maíz a la Unión Europea y exporta anualmente cerca de 3 millones de toneladas. La decisión europea también fue saludada por Syngenta, la firma que desarrolló GA21. "De esta manera, se podrá volver a cultivar en nuestro país este cereal, que ya contaba con la autorización desde agosto de 2005, y facilitará su utilización en la próxima campaña argentina", destacó la empresa. Con la aprobación para uso en alimentación humana del maíz GA21 por parte de la Unión Europea, se dio un paso fundamental para la liberación del comercio mundial de este cereal estratégico y para las posibilidades comerciales de la Argentina, señaló Maizar (Asociación Maíz Argentino) en un comunicado. El maíz GA21 desarrollado por Syngenta había obtenido la aprobación en Argentina en 2005, pero los cuestionamientos europeos seguían representando un freno para las verdaderas posibilidades comerciales de este cultivo. Según Maizar, desde entonces, se desarrollaron intensas gestiones para lograr este cambio en la política europea, que "remueve importantes escollos al desarrollo comercial del maíz argentino".