La biotecnología agrícola es parte de la solución, no del problema

Vivimos en un mundo extraño. Los llamados 'verdes' se oponen a una tecnología que reduce sustancialmente el impacto ambiental de la agricultura. Consideremos lo siguiente: ? Con el algodón GM se ha evitado la aplicación de miles de toneladas de insecticidas, y consecuentemente, han disminuido los problemas de salud de los productores que trabajan con este cultivo. Vivimos en un mundo extraño. Los llamados 'verdes' se oponen a una tecnología que reduce sustancialmente el impacto ambiental de la agricultura. Consideremos lo siguiente: ? Con el algodón GM se ha evitado la aplicación de miles de toneladas de insecticidas, y consecuentemente, han disminuido los problemas de salud de los productores que trabajan con este cultivo. ? De los 8,5 millones de agricultores que cultivaron variedades GM en 2005, el 90% pertenece a países en desarrollo, a pesar de que los consumidores europeos tratan de convencer al resto del mundo de que no es bueno usar cultivos GM para controlar insectos, aunque sean más amigables con el ambiente. ? El maíz GM resistente a insectos disminuye la cantidad de micotoxinas en la dieta de las personas y de los animales. ? La aprobación del arroz dorado, que podría contribuir a aliviar la deficiencia de vitamina A de millones de personas, está siendo innecesariamente postergada. ? Los que se oponen a la biotecnología basan sus argumentos en el poder de las multinacionales, pero terminan forzando a que se exijan e impongan evaluaciones regulatorias de tal magnitud que ninguna empresa pequeña podría llevar a cabo si quisiera lanzar algún producto de estos al mercado. Yo fundé una compañía para desarrollar productos GM en Estados Unidos que hoy tiene unos 50 empleados, algo que no podría haber hecho en el Reino Unido por el temor de los inversores a la reacción de los consumidores frente a los OGM. ? La tolerancia a sequía, la resistencia a enfermedades y las mejoras nutricionales, son desarrollos que pronto estarán disponibles para todo el mundo. ? Nadie habla del costo enorme que tendría NO emplear esta tecnología en el mejoramiento de los cultivos. Yo vengo haciendo plantas transgénicas desde hace más de 20 años, y estoy convencido de que es el método de mejoramiento más amigable ecológicamente. Los oponentes a la tecnología dañan imprudentemente el interés del público simplemente omitiendo algunas verdades obvias. Primero, la agricultura no es natural, y mucho menos natural que la agricultura es hablar con alguien que está a millas de distancia a través de un teléfono celular. En Londres, por ejemplo, sería natural leer esta noticia en un denso y pantanoso bosque de robles, pero ningún londinense duraría mucho tiempo allí. Convertir áreas naturales en agrícolas es el peor daño que podemos hacer, por eso deberíamos maximizar la productividad agrícola para minimizar esta conversión. Ninguna de las razas de animales domésticos es 'natural', basta recordar que todos los perros descienden de los lobos. Es absurdo pensar en que la tecnología GM representa un cambio cualitativo en la naturaleza de los seres vivos. Segundo, los agricultores deben solucionar problemas prácticos. ¿Cuál es la mejor manera (o la menos mala) de controlar a las malezas? ¿O los insectos, o las enfermedades de las plantas? Quitar las malezas con la mano en miles de hectáreas de cultivo no es una opción. El arado erosiona el suelo y promueve el escape de CO2. Si uno va a usar herbicidas, ¿cuál es el menos malo? Los elegiremos por costo, baja toxicidad para los animales, menor persistencia y menor tendencia a contaminar el agua. En este sentido el glifosato ha sido el herbicida de elección por todos esos motivos, y la combinación glifosato-plantas GM tolerantes al glifosato, la solución para el manejo de las malezas. Tercero, con la escasez de petróleo, los alimentos competirán con los biocombustibles. ¿Y la demanda de agua? No podemos enfrentar este serio problema con cultivos que rinden poco. Los agricultores orgánicos luchan contra la incorporación de la tecnología GM de un modo irracional, como un asunto que tiene más de doctrina que de lógica. Los argumentos sobre la posible contaminación de sus cultivos se basan en riesgos imaginarios. Es como si hubiera una iglesia católica y otra protestante a una puerta de distancia, y los protestantes acusaran a los católicos de contaminar con el olor de su incienso su iglesia. Sorprende que los 'verdes' estén en contra del desarrollo de papas resistentes a hongos (enfermedad conocida como late blight), cuando los métodos de la agricultura orgánica para controlar esta enfermedad se basa en el uso de compuestos de cobre, probadamente tóxicos para el ambiente, y menos efectivos. Durante el siglo pasado la población mundial aumentó cuatro veces, y se espera que siga aumentando en un 50% (habrá unas 9 mil millones de personas). Necesitamos reducir nuestra impronta sobre el planeta, usando cada vez más fuentes de energía renovables, minimizando el derroche de agua, maximizando el reciclado y controlando a nuestra población. El uso de las variedades de papas GM resistentes a hongos disminuiría las aplicaciones de agroquímicos y reduciría las emisiones de CO2 y la necesidad de tractores. No hay ningún efecto dañino documentado derivado de la siembra o consumo de cultivos GM. Nunca antes ha habido procesos regulatorios tan exhaustivos y costosos generados como respuesta a ansiedades meramente hipotéticas. La agricultura GM es parte de la solución, no es parte del problema. Nota: el autor de este artículo es Jonathan Jones, un experto en genética de plantas y una autoridad en el tema de resistencia a enfermedades. Es el fundador del laboratorio Sainsbury del Centro John Innes en Norwich, Reino Unido.