El Ceamse busca generar electricidad con el gas que produce la basura acumulada

La intención es aprovechar el biogás que produce la basura de un modo natural y producir electricidad a través de baterías. El grupo de investigadores del Conicet que lo lleva adelante estima que en un futuro podría abastecer completamente al organismo y hasta alcanzaría a casas de su alrededor.

La intención es aprovechar el biogás que produce la basura de un modo natural y producir electricidad a través de de baterías. El grupo de investigadores del Conicet que lo lleva adelante estima que en un futuro podría abastecer completamente al organismo y hasta alcanzaría a casas de su alrededor.

En un mundo ya sin combustibles fósiles, en la saga futurista Mad Max las ciudades conseguían energía a partir del gas que producían los desperdicios de la población. En Buenos Aires, investigadores del CINSO (Centro de Investigaciones en Sólidos del Citefa-Conicet) y el Ceamse, el organismo a cargo del tratamiento de la basura en el área metropolitana, iniciaron un programa de cooperación para evaluar la posibilidad de generar electricidad a partir del biogás, mezcla de metano y dióxido de carbono que se produce de un modo natural con la descomposición de los residuos orgánicos en los rellenos sanitarios. El metano tiene efectos veinte veces peores para el efecto invernadero que el dióxido de carbono, por eso en los rellenos sanitarios el biogás es monitoreado y quemado. “La idea de esto es, en vez de quemarlo y listo, quemarlo y generar energía”, explicó el físico Diego Lamas, uno de los impulsores del proyecto. La tecnología que permitiría transformar el biogás en electricidad son las celdas de combustible. “Son dispositivos similares a las pilas convencionales pero operan con gases”, detalló. “El hidrógeno y el oxígeno están separados por una membrana; al transportarlos de un lado hacia el otro, se genera una reacción electroquímica que produce la electricidad.”, agregó Lamas. El proyecto aún está en su fase inicial y, según Lamas, “no se puede hablar de plazos” para su concreción. En este momento, los investigadores están estudiando si el biogás de los rellenos sanitarios podría ser un buen combustible para los dispositivos y buscando los materiales para construir las celdas más adecuadas.Si los ensayos de laboratorio resultan satisfactorios, el siguiente paso sería solucionar los problemas operativos que surgen al aumentar el tamaño de los dispositivos, como la interconexión, la resistencia y el alto costo de los materiales. Y, seguidamente, instalar plantas de alta potencia, para lo cual la inversión necesaria en investigación e infraestructura sería mucho mayor. Buenos Aires y el Conurbano producen 15 mil toneladas diarias de basura. Una parte se recicla pero la gran mayoría se entierra, lo que genera en algunas ocasiones problemas ecológicos y daños a las poblaciones. Algunos rellenos del Ceamse, como el de Villa Domínico, fueron denunciados por contaminación y cerrados. Según Lamas, “la basura que genera Buenos Aires no sería suficiente para abastecerla de energía pero sí alcanzaría para las plantas que ponga el Ceamse y tal vez para las poblaciones vecinas”. Hay celdas de diferentes características, los materiales que las componen hacen que sean más aptas para un tipo de combustible u otro; las más comunes se usan en autos eléctricos y funcionan con hidrógeno. Las que se utilizarían para este proyecto son de cerámica de óxido sólido, funcionan alimentadas con hidrocarburos como el gas natural y aún no se comercializan. En el CINSO trabajan en celdas de óxido sólido desde 2001 con vistas a instalarlas en pueblos alejados de la red eléctrica y con gas natural como combustible, la idea de utilizar el biogás surgió años más tarde. Los proyectos fueron premiados por la Fundación YPF y la Fundación Antorchas, y reciben subsidios anuales de unos $ 100 mil de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica, del Conicet y de Citefa.