El huevo y la gallina - Las incubadoras científicas ayudan a los científicos a transformar sus ideas en prototipos, aplicaciones rentables y en em

Todas las 'familias' tienen sus internas. La ciencia desde ya no está exenta y tiene varias. Está por ejemplo, la dicotomía -más bien falsa dicotomía- entre ciencia básica y ciencia aplicada. Todas las 'familias' tienen sus internas. La ciencia desde ya no está exenta y tiene varias. Está por ejemplo, la dicotomía -más bien falsa dicotomía- entre ciencia básica y ciencia aplicada. O sea, por un lado los científicos que buscan el conocimiento por el conocimiento mismo y por el otro, aquellos que pretenden liberar el saber de los laboratorios y ver sus ideas convertidas en aplicaciones útiles para la sociedad. En esa grieta es donde hacen pie las denominadas incubadoras de empresas de base tecnológica, como Incubacen de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA, un emprendimiento coordinado por el ingeniero industrial Leandro H. Roldán codo a codo con la doctora en química Laura Pregliasco, secretaria de investigación adjunta de la facultad, que pretende ayudar a los científicos a convertir sus ideas en prototipos y empresas. En una entrevista concedida a Página 12, Leandro Roldán define a las incubadoras como 'básicamente un lugar donde se busca disminuir la tasa de mortalidad de los emprendimientos y aumentar la eficiencia de la asignación de recursos brindando un servicio, como aportar un espacio para trabajar en forma comercial o para realizar el desarrollo. Es un área que promueve emprendimientos' Laura Pregliasco continúa: 'Incubar comienza desde una idea. Una persona, un grupo, tiene una idea, y se presenta a través de un concurso o espontáneamente. Somos la única área de la facultad en donde no hay juicio de pares. Nosotros ayudamos a desarrollar esa idea y facilitar los espacios para ver si es viable técnica y comercialmente. La primera etapa es la de 'preincubación': es una serie de actividades formativas para pensar en un plan de negocios, a quién se lo va a vender, datos del mercado, en cuánto tiempo se recuperará la inversión. Les enseñamos a los científicos a hablarle a un inversor y le asignamos un tutor. Somos muy cuidadosos en el tema de confidencialidad. Después viene la etapa de 'incubación', cuando hay un aporte de un inversor privado o venta de servicios y se ve cómo los científicos van a devolver la inversión que hizo la facultad. Nosotros queremos que se cumpla el rol social de la universidad pública: generar puestos de trabajo y contribuir al desarrollo económico de la región.' Las incubadoras funcionan con subsidios públicos y se está buscando conseguir algunas donaciones. Pero lo ideal sería que haya una política científica unida, no intentos por separados. El área que más se acerca es la de biotecnología, aplicaciones de modificaciones de organismos vivos para obtener un servicio o un bien. Son los que están más orientados al mercado. Se está intentando ahora salir a buscar científicos con líneas más comerciales como nanotecnología. En lugar de vender una idea directamente a una empresa, se promueve el desarrollo de la idea y el armado de una pequeña compañía a partir de ella. Los miembros de Incubar creen que es correcto hacer ciencia y generar conocimientos para brindar al universo, pero también piensan que la ciencia no sólo sirve para publicar papers. El sistema científico está armado de tal manera que si uno no publica pierde su cargo. De la 'ciencia a pedido' se puede sacar ciencia básica, ciencia buena. La misión de Incubar es detectar qué puede ser útil y para quién. Es importante desarrollar el espíritu emprendedor. Para esto Incubar actúa como una interfase entre el científico y el empresario nacional que no está acostumbrado a hacer una inversión en desarrollo. Otras incubadoras toman proyectos y compran la tecnología, se la transfieren, no la desarrollan. No todos los científicos quieren hacer exclusivamente ciencia básica. 'Muchos quieren ver sus ideas convertidas en prototipos, cosas palpables, que puedan tocar y ver y servir para algo. Quieren que sus investigaciones tengan una repercusión en la sociedad. Y ésta es una buena manera de empezar a hacerlo' dice Laura Pregliasco. Lejos de ser la única incubadora de empresas con base tecnológica, Incubacen comparte el espectro con otras empresas e iniciativas como InnovaTekné que, desde el ámbito privado, tiene como misión transformar ideas, proyectos del ámbito de la ciencia o tecnología en nuevas empresas, aportando financiamiento y ayuda en todo lo que tiene que ver con la gestión. 'Más información: www.incubacen.fcen.uba.ar