Descubren bacterias resistentes a la radiación

Científicos argentinos descubrieron que unas bacterias que habitan en humedales jujeños y catamarqueños tienen la capacidad de resistir a la radiación ultravioleta, la variación de la temperatura, la concentración de metales pesados, la salinidad y la alcalinidad. Científicos argentinos descubrieron que unas bacterias que habitan en humedales jujeños y catamarqueños tienen la capacidad de resistir a la radiación ultravioleta, la variación de la temperatura, la concentración de metales pesados, la salinidad y la alcalinidad. El trabajo de los investigadores del Conicet, dirigidos por la doctora María Eugenia Farías, de la Planta Piloto de Procesos Industriales Microbiológicos (Proimi), comparó la resistencia de bacterias aisladas a distintos niveles de altitud y de exposición a los rayos UV-B, además de estudiar sus diferentes mecanismos de reparación del daño del ADN. "Los resultados demostraron una coincidencia entre el nivel de radiación del ambiente original de cada bacteria y su capacidad de supervivencia, la acumulación del daño en el ADN y la capacidad de reparación de este daño. Cuanto más irradiado está el ambiente, mayor resistencia se encuentra. Esta relación, que a priori parece obvia, no se da frecuentemente y es la primera vez que se encuentra en un sistema de condiciones tan extremas", destaca en su comunicado el Conicet. Los investigadores analizaron bacterias que habitan en el sistema de humedales de altura andinos en Jujuy y Catamarca, con lagunas saladas de 90 centímetros de profundidad promedio situadas entre 3600 y 4600 metros sobre el nivel del mar. Para el equipo, esos humedales, son "ideales" para estudiar ecosistemas microbianos con propiedades extremas. "Pueden tener un alto valor biotecnológico a partir del estudio de las estrategias de supervivencia de los microorganismos para sobrevivir en esas condiciones extremas de radiación UV", señala el equipo, en el que además de Farías participaron los investigadores Faustino Señeriz, director del Proimi, y Verónica Fernández Zenoff. Los resultados del estudio fueron tapa de la revista "Applied and Environmental Microbiology", de la Sociedad Estadounidense de Microbiología. Efectos de los rayos UV. La incidencia de la radiación UV-B (280-320 nm) sobre las células, explican los autores, afecta principalmente a moléculas como proteínas, pigmentos y ADN al interferir en procesos celulares importantes, como la incorporación de nutrientes, la movilidad, la fotosíntesis y la transcripción y replicación del ADN. Esa interferencia de la radiación afecta el crecimiento y la reproducción de los organismos. Para estudiarlo, los investigadores aislaron dos bacterias de dos lagunas de los humedales andinos del noroeste argentino. Uno de esos microorganismos fue la Acinetobacter johnsonii A2 , que habita en el plancton de Laguna Azul, a 4560 metros sobre el nivel del mar. La bacteria, según los resultados del estudio, "presentó mecanismos muy eficientes de reparación en condiciones dependientes e independientes de la luz". La Cytophaga sp. MF7, en tanto, se obtuvo de la comunidad de fondo (bentos) de la Laguna de los Pozuelos, ubicada en la puna andina a 3600 metros de altura. Tras irradiarla con rayos UV-B, Cytophaga mostró mayor daño en el ADN y mecanismos de reparación muy eficientes en la oscuridad. Ambas bacterias lograron una recuperación mucho más eficiente que el resto de las bacterias utilizadas como control. La respuesta y la capacidad de recuperación ante los rayos UV-B de las diferentes bacterias, concluyen los autores, eran similares a los niveles de irradiación en su hábitat. "Los sistemas de gatillaje y respuesta al estrés por parte de esas bacterias, más la capacidad de producción de compuestos fotoprotectores y/o antioxidantes y su gran resistencia a antibióticos y arsénico, son objeto de estudio de cuatro tesis doctorales en el Departamento de Ecología Microbiana del Proimi, en Tucumán.