Rosalind Franklin, “La Dama Ausente de la Doble Hélice”
Rosalind Franklin nació el 25 de julio de 1920, en Londres, Inglaterra. Era la segunda de cinco hermanos, dos mujeres y tres varones, en una familia judía que llevaba cuatro generaciones en el negocio bancario. Hasta los 18 años recibió educación en varios colegios de prestigio, incluyendo una estancia en Francia en un programa que incluía, además de deporte y costura, aula de debate y física y química.
Cuando volvió a Inglaterra aprobó el examen de ingreso para un colegio en Cambridge para estudiar ciencias experimentales y, en concreto, química que era su sueño. En el otoño de 1939 hubo presiones para dejar la universidad y trabajar durante la guerra, pero ella insistió en que sería más útil como graduada en química que trabajando como empleada incompetente. ¡Y tuvo razón!
En 1941, Rosalind se graduó en química y física y consiguió una beca para iniciar su tesis doctoral. En 1946, luego de finalizada la guerra, defendió su tesis doctoral sobre su estudio del carbón. Entre 1947 y 1951 realizó su trabajo posdoctoral en París, Francia, trabajando en un grupo de investigación muy activo, innovador, dinámico y, sobre todo, abierto a las mujeres. Allí aprendió la técnica de difracción de Rayos X, en la que se convertiría en experta a nivel mundial y aplicaría, pocos años más tarde, al entendimiento de la estructura de la molécula de ADN.
En 1951, de nuevo en Inglaterra, empezó a trabajar en el King´s College, en un entorno bastante más machista de lo que había experimentado en Francia. De hecho, era un centro en donde se mantenía con orgullo la “trivialidad”, según escribiera Francis Crick, de no dejar entrar a las mujeres a la sala de profesores.
En su tiempo en el King´s College, Rosalind Franklin mejoró el método para obtener imágenes del ADN y, junto a su estudiante de doctorado Raymond Gosling, obtuvo fotografías de una nitidez que nadie había conseguido antes. Fue en una charla que dio Rosalind en 1951, para exponer sus resultados a sus colegas del King’s College, que James Watson y Francis Crick se enteraron del trabajo de Rosalind Franklin. Ellos trabajaban en el Laboratorio Cavendish, en Cambridge, estaban interesados en conocer la estructura del ADN y habían llegado a esa charla por invitación de su amigo Maurice Wilkins, también estudioso de la estructura del ADN y compañero de Rosalind Franklin en el King’s College. Mientras que Watson y Crick compartían discusiones inspiradoras sobre su trabajo en Cambridge, Wilkins y Franklin no se llevaban bien, más bien trabajaban por separado en Londres. De hecho, Wilkins siguió compartiendo datos y fotos de Rosalind, la mayoría de las veces sin que ella lo supiera, con Watson y Crick.
En febrero de 1953, Watson y Crick vieron tres imágenes, entre ellas la excelente fotografía del ADN por difracción de rayos X, la número 51, que habían logrado Franklin y Gosling en mayo de 1952. Con esas imágenes, más otros datos de Rosalind, Watson y Crick, quienes tenían en mente una serie de posibles estructuras del ADN, pudieron concluir cuál era la correcta y la publicaron en Nature en abril de 1953. En el mismo número de Nature, Rosalind Franklin y su doctorando Raymond Gosling, publicaron un artículo sobre sus fotografías con la famosa 51 donde apoyaban el modelo propuesto por Watson y Crick, demostrando su honradez científica y personal. Por lo que se sabe, Rosalind Franklin nunca se enteró de que Watson había visto la fotografía antes de su publicación. En el mismo número hay también un artículo de Wilkins y sus colaboradores sobre la estructura del ADN.
Más tarde en 1953, ya cansada del ambiente del King’s College y de sus discusiones con Wilkins, Watson y Crick, Rosalind Franklin se trasladó al laboratorio dirigido por John Bernal, en Birkbeck College, también en Londres. Allí siguió su carrera de investigadora con importantes trabajos sobre virus, concretamente sobre el del mosaico del tabaco y el de la polio, que todavía son citados por expertos. Ella misma escribiría en 1956, en un reporte sobre su trabajo sobre “lo que es probablemente la pregunta más fundamental de todas en lo concerniente a los mecanismos de procesos vivos, concretamente, la relación entre las proteínas y el ácido nucleico en las células vivas”. Rosalind Franklin falleció en Londres el 16 de abril de 1958, a los 37 años, de cáncer de ovario.
Cuatro años más tarde, en 1962, Watson, Crick y Wilkins recibieron el Premio Nobel en medicina por sus estudios sobre la estructura del ADN. Ni Watson ni Crick mencionaron a Rosalind Franklin en sus discursos de aceptación. Wilkins hizo una muy breve mención a la “muy valiosa” contribución de Rosalind Franklin.
Como comenta su hermana Jenifer Glynn, en varios artículos, las contribuciones de Rosalind Franklin fueron de gran beneficio para la humanidad toda y hoy claramente es estímulo para muchas mujeres que sueñan con seguir una carrera en las ciencias.
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