Vaticano: expertos señalan que la biotecnología mejorará la agricultura en África

Según un grupo de expertos reunidos por el Vaticano, los agricultores africanos deberían usar las nuevas tecnologías, incluyendo a los organismos genéticamente modificados, para ayudar al continente a salir de la pobreza.

Según un grupo de expertos reunidos por el Vaticano, los agricultores africanos deberían usar las nuevas tecnologías, incluyendo a los organismos genéticamente modificados, para ayudar al continente a salir de la pobreza.

De acuerdo con los expertos reunidos en Roma el pasado 24 de septiembre, la clave para mejorar la calidad de vida y la economía de los países africanos está en el desarrollo agrícola, y en este sentido, todas las herramientas deben ser consideradas para alcanzar ese objetivo. Durante la reunión, denominada "Para una Revolución Verde en África”, los participantes coincidieron en que una de esas herramientas son los cultivos genéticamente modificados, que aún generan controversia en África.

El arzobispo Giampaolo Crepaldi, quien fue secretario del Consejo Pontificio para la Justicia y la Paz, señaló que el subdesarrollo y el hambre en África se deben en gran parte a que aún se emplean "métodos agrícolas inadecuados y anticuados, " y agregó que deberían incorporarse “nuevas tecnologías que puedan estimular y sostener a los agricultores africanos”, incluyendo “el uso de semillas que han sido mejoradas por técnicas que modifican su contenido genético”.

El Padre Gonzalo Miranda, profesor de bioética de la Universidad Pontificia Regina Apostolorum, que auspició el simposio, apoyó a la nueva biotecnología diciendo que "si los datos muestran que la biotecnología puede ofrecer grandes ventajas para el desarrollo de África, es una obligación moral permitirle a los países hacer su propia experiencia.

"El simposio se realizó justo antes del Sínodo de Obispos para África, que se llevará a cabo en el Vaticano a partir del 4 de Octubre. El tema de los alimentos derivados de cultivos genéticamente modificados ha sido controvertido en los sínodos anteriores. En efecto, el documento de trabajo del Sínodo presentado en marzo llamó a un compromiso para el desarrollo del continente, pero a su vez se opuso a la idea de que los productos genéticamente modificados podrían ser la respuesta al problema del hambre de los africanos. En particular, el documento señaló que el uso de cultivos transgénicos “sería la ruina de los pequeños productores, que dejarían sus métodos tradicionales y se volverían dependientes de las compañías productoras de semillas”.

Pero los disertantes que participaron del simposio en Roma hablaron a favor de la incorporación de la biotecnología en la agricultura, y enfatizaron la utilidad de los cultivos transgénicos en este sentido. Eric Kueneman, director de la División de Producción y Protección Vegetal de la FAO, dijo que "la biotecnología no es ni buena ni mala, es una de las herramientas que pueden emplearse”.

Por su parte Sylvester Oikeh, quien lidera en Nigeria un proyecto de mejoramiento de maíz financiado por la Fundación para la Tecnología Agrícola de África, dijo que los europeos no adoptaron la biotecnología porque tienen alimentos en exceso. “Pero no es el caso de África”, dijo, “donde hay más de 200 millones de personas que necesitan urgentemente de las nuevas tecnologías para sobrevivir”.

Estuvieron presentes agricultores de Sudáfrica y Burkina Faso, quienes ofrecieron su testimonio sobre cómo mejoraron sus vidas a partir de la adopción de los cultivos transgénicos.