La placenta, ¿otra fuente de células madre? Ensayos en ratones dan buen resultado

Luego de su presentación en el 36? Congreso Argentino de Genética, en la sede Pergamino de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, la doctora Ornella Parolini, directora del Centro de Investigación de la Fundación Poliambulatoria de Brescia, Italia, dialogó con LA NACION sobre los ensayos que con su equipo está realizando en ratones. Luego de su presentación en el 36? Congreso Argentino de Genética, en la sede Pergamino de la Universidad Nacional del Noroeste de la Provincia de Buenos Aires, la doctora Ornella Parolini, directora del Centro de Investigación de la Fundación Poliambulatoria de Brescia, Italia, dialogó con LA NACION sobre los ensayos que con su equipo está realizando en ratones. El centro que dirige esta doctora en biotecnología celular y molecular biomédica fue el primero de los laboratorios en el mundo que se interesó en la placenta humana como una fuente rica, y descartable, de células madre. Demostrar la utilidad de un tipo de células "vírgenes" con capacidad de reconstruir distintos tejidos dañados en el cuerpo, como el del corazón, las neuronas o el páncreas, y curar enfermedades crónicas, como el Parkinson o las cardiopatías, abrió una carrera por encontrar las fuentes de esas células pluripotenciales. La placenta humana, un tejido que se descarta en el parto, sería un gran proveedor de células madre. "Comenzamos los estudios en 2002, cuando a nadie le interesaba la placenta, ya que lo que más atención sigue concentrando es la sangre de cordón umbilical. Creo que es porque la placenta es un tejido tan feo que nadie quiere ocuparse...", bromeó Parolini. "Lo que me hizo pensar en las características del tejido placentario fue el objetivo final de usar las células para tratar enfermedades, usarlas para las enfermedades que aún necesitan una respuesta de la medicina -dijo la experta-. Para lograrlo, necesitamos identificar células que tengan dos grandes características: son capaces de diferenciarse y no producen rechazo orgánico." Y, precisó, la placenta posee células que comienzan a crecer antes de la formación del embrión y, desde el punto de vista inmunológico, "el embarazo es el único evento de la naturaleza en el que la madre tolera otro cuerpo distinto al de ella, el feto". Hasta ahora, el equipo italiano halló en ensayos in vitro que estas células se transforman en células óseas, de cartílago, de grasa y de tejido cardíaco y sin generar rechazo. "Logramos reducir la respuesta inmune, lo que sería muy importante para usar en trasplantes, ya que ayudaría a prevenir el rechazo del nuevo órgano", explicó. Por ahora, una limitación identificada es que las células madre están mezcladas en el tejido placentario con otras células, para lo que aún no existe un marcador que permita separar unas de otras.