Buenos Aires tendrá un nuevo y ambicioso polo científico

Con tres institutos, un centro de convenciones y un museo interactivo de ciencias Un centro interdisciplinario con tres institutos de investigación de mil metros cuadrados cada uno... Aulas... Laboratorios y alojamiento para científicos visitantes... Centro de convenciones... Auditorio... Espacio para exposiciones... Museo de ciencias interactivo para la formación de educadores. Con tres institutos, un centro de convenciones y un museo interactivo de ciencias Un centro interdisciplinario con tres institutos de investigación de mil metros cuadrados cada uno... Aulas... Laboratorios y alojamiento para científicos visitantes... Centro de convenciones... Auditorio... Espacio para exposiciones... Museo de ciencias interactivo para la formación de educadores... Todo reunido en edificios "0 km", diseñados respetando modernos criterios de higiene y seguridad. Este complejo no se levantará en Boston, París o Barcelona, sino... en pleno Palermo Viejo, en el predio ocupado por las ex bodegas Giol comprendido entre las calles Juan B. Justo, Godoy Cruz, Soler y Paraguay. El emprendimiento insufla un esperanzador soplo de aire fresco en el complicado panorama edilicio que por estos días aqueja a la ciencia local . Será posible gracias a un acuerdo entre el Ministerio de Educación (al que el Organismo Nacional de Administración de Bienes había cedido la custodia de los terrenos) y el Ministerio de Planificación. Aunque inicialmente se había pensado en centralizar allí la administración de la ciencia y la tecnología locales -trasladando a esos terrenos la Secretaría de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva, el Conicet y la Agencia de Promoción Científica y Tecnológica-, finalmente se decidió aprovechar la oportunidad para crear también un ámbito científico y cultural diferente de todo lo que existe en el país. "Actualmente tenemos centros de excelencia, pero con un grado muy alto de especialización -explica el doctor Lino Barañao, presidente de la Agencia-. Entonces, en primer lugar, pensamos en crear un ámbito distinto, un centro de investigaciones interdisciplinario, que reunirá en una misma sede a individuos que tengan diferentes aproximaciones a un mismo problema, donde un biólogo, un economista, un filósofo o un especialista en propiedad intelectutal discutan alrededor de temas comunes." El proyecto -que muy pronto entrará en proceso de licitación- contempla la construcción de tres institutos de investigación: uno de ciencias biomédicas, uno de ciencias humanas y sociales, y uno de tecnología. "La idea es que los individuos que ocupen esos espacios tengan planes de investigación basados en la intersección de distintas disciplinas -explica Barañao-, y que los espacios sean otorgados por un período limitado a través de concursos. Estamos pensando en que puedan establecerse estadías cortas, de hasta cinco años, con la posibilidad de renovación, como para que un profesional pueda hacer una pasantía en uno de estos institutos y luego volver a su lugar de origen." Para garantizar rigurosos criterios de selección y un alto nivel de excelencia, el centro pondrá el acento en la cooperación internacional. Una de las instituciones de investigación más prestigiosas del mundo, la Sociedad Max Planck, de Alemania -una organización sin fines de lucro que posee 78 institutos en su país, tres en el extranjero, y emplea a 15.200 investigadores, estudiantes de doctorado y posdoctorado- ya manifestó su interés en participar a través de su representante, el doctor Florian Holsboer. "La Sociedad Max Planck tiene la filosofía de que la ciencia es una empresa internacional, y eso no se logra solamente llevando alumnos a sus centros, sino también apoyando a la gente que vuelve a sus lugares de origen, puede instalarse y desde allí colaborar - cuentael doctor Eduardo Arzt, investigador de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la UBA y el único científico latinoamericano designado para integrar esta sociedad-. Hace unos años empezaron a pensar en crear institutos binacionales, algo que llaman partner institutes. Hasta ahora sólo se creó uno en Shanghai, China, pero quieren tener otros... Este centro bien podría gozar de ese privilegio." También existen tratativas para concretar acuerdos con otros centros europeos y hasta africanos. "Uno de los sellos distintivos que tendrá este centro es que habrá tres institutos, pero una sola cafetería en la que tendrán que confluir todos los investigadores -subraya Barañao-. No es un detalle farandulesco: una nutrida bibliografía muestra que muchas de las ideas más originales de la ciencia surgieron en las cafeterías de las grandes universidades." Pero además de institutos, este ambicioso proyecto incluye laboratorios especialmente destinados al entrenamiento de alumnos argentinos y latinoamericanos, un centro de convenciones con auditorio, espacio para exposiciones, alojamiento para profesores invitados y hasta un museo interactivo de ciencia con el objetivo central de entrenar a educadores en la experimentación... "Es que este polo está pensado no sólo para dar servicios a los científicos, sino también al resto de la comunidad -aclara Barañao-. Queremos que sea un lugar donde se trabaje fundamentalmente sobre el aspecto cultural de la ciencia, un área no adecuadamente desarrollada en la Argentina. Tenemos una carencia de recursos humanos en ciencia cuyas causas hay que buscar muy temprano, en la escuela primaria, donde no se logra motivar a los alumnos. Esperamos que este nuevo polo científico sea una zona de encuentro de lo científico con lo cultural. Precisamente en lo cultural están los límites de nuestra capacidad de transición hacia una economía basada en el conocimiento." Y agrega Arzt: "En ese sentido, este emprendimiento tiene también un valor simbólico".